Carta del fundador

Quimprex S.A. es una empresa dedicada a la fabricación de tintas líquidas –de flexografía y huecograbado – para la industria gráfica. Esto incluye todo tipo de sustrato flexible ya sea para impresión de frente o laminación. 

Esta firma fue creada con el aliento de amigos en 1990, capitalizando una experiencia y trayectoria de cuarenta años en la formulación, desarrollo y control de calidad de estos productos.

 Más allá de que cuenta con tecnología de primer nivel en la formulación de tintas y el desarrollo de nuevos productos, y del proceso de calificación para las ISO 9000 e ISO 14000 en que se encuentra la empresa, no es mi objetivo explayarme aquí acerca de su crecimiento productivo, o tecnológico; ni de la superficie cubierta, el equipamiento, la cantidad de personal o las líneas de tinta que posee. Como toda firma comercial, Quimprex tiene un fin de lucro por un balance contable a fin de cada ejercicio. 

Pero para nosotros éste es solo un medio y no un fin. Un fin es –por ejemplo- el placer de haber desarrollado con éxito nuevos productos: satisfacción mía, de mis hijos, del personal y de nuestros clientes y amigos que han depositado en nosotros su confianza. 

También es un fin para nosotros velar por la función social que toda empresa –más allá de su envergadura- debe encarnar, como fuente de trabajo y como espacio de crecimiento individual y comunitario.

 Hacer tintas es para mí realizarme profesionalmente en un tema que amo; también reencontrar viejos amigos, descubrir algunos y encontrar otros nuevos.

 Es mi deseo que la globalización feroz no nos prohíba estos placeres de la vida porque –citando a Khail Gibran- “todo saber es vano cuando no hay trabajo… el trabajo es amor hecho visible”.